Las Nuevas Tecnologías disminuyen nuestras relaciones Sociales.

Hoy en día, la tecnología forma parte de nuestras vidas. Las nuevas tecnologías son buenas pero, como todo en la vida, en su justa medida.

Los usuarios de móviles, ordenadores, tablets, iPad, aumentan vertiginosamente. Raro es ir en el metro y no ver a una multitud de seres humanos con sus ojos clavados en el móvil y sus dedos deslizándose por el teclado a la velocidad de la luz.

La edad no importa, podemos ver a un niño jugando con el iphone de papá o a un amable anciano solicitando ayuda porque se le ha disparado la alarma y no sabe como terminar con ese ruido infernal,  o  una joven que twittea: “Esperando el próximo tren, acaba de pasar uno y como estaba escribiendo este twitt, lo he perdido”. Bromas aparte, desde Redes Noroeste, nos planteamos las siguientes preguntas:- tanta interacción individual con internet y su infinito mundo de posibilidades,- ¿nos hace emplear menos tiempo en charlar con los amigos o conocidos? ¿Interactuamos menos con nuestros semejantes?

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Si nos detenemos, un momento, a observar a nuestro alrededor, vemos una sociedad infantil y adulta muy individualista. Los niños de ahora, la mayoría, juegan solos, se relacionan mucho menos con sus semejantes, son muy individuales. No saben jugar en grupo, se aburren enseguida con juegos tan tradicionales como el “pilla, pilla”, el escondite....ahora es muy fácil ver a un grupo de niños, jugando cada uno con su nintendo y sin hablar entre ellos.  Antes llegabas del colegio, hacías los deberes, cogías la merienda y salías corriendo a la calle a jugar con tus amigos a cualquier cosa, usabas la imaginación y poco más. Ahora necesitan todo y no juegan con nada.

A nosotros nos preocupa la sociedad del futuro, los seres humanos somos seres sociales y debemos relacionarnos con nuestros semejantes, es bueno para nuestra salud mental. Las relaciones en equipo son fundamentales para conseguir objetivos comunes y nuestra sociedad, cada día, es más individual.

Es misión de todos, crear un mundo mejor y dejar a nuestros descendientes un legado lleno de valores, un legado que les permita desarrollarse como hombres y mujeres felices.